Penélope Cruz y el caso Wenstein: cronología de una condena obligada
Este 7 enero no es un día más para Penélope Cruz. La de Alcobendas vuelve a pisar la alfombra roja (negra este año) de los Globos de Oro tras 7 años de ausencia, en lo que se entiende como una gran fiesta del cine y la antesala de los esperados Oscar. La 75 edición de estos prestigiosos premios va a estar marcada por los casos de abusos sexuales que han sacudido Hollywood durante 2017, con Harvey Weinstein o Steven Seagal como desagradables protagonistas. Son varios los testimonios de reputadas actrices que han confesado haber sufrido estos desagradables episodios por parte del primero. Como señal de protesta serán varios los rostros femeninos (y también masculinos) que vestirán de negro en la gala.
Penélope será una de las que se una a la causa para dejar clara su repulsa a las agresiones sexuales en general, pero en especial a las que sufren las divas del cine. Pese a no haber sido protagonista de ningún episodio, la actriz ha intensificado en las últimas fechas su apoyo a las víctimas y, si al principio tomó una actitud más al margen de los hechos, ahora condena públicamente los mismos. ¿A qué se debe este giro en su actitud? A diferencia de Cate Blanchett, ‘Pe’ ha dilatado un poco más su posicionamiento al respecto.
Penélope:»Él ha sido respetuoso conmigo»
Cuando el pasado mes de octubre salían a la luz los casos de presunto abuso sexual hacia actrices por parte de Weinstein, Penélope Cruz expresaba su opinión sin querer entrar demasiado a valorarlo: “Obviamente, yo no conocía esa parte de él. Hemos trabajado juntos en diferentes películas y, aunque él ha sido respetuoso conmigo y personalmente nunca he sido testigo de este tipo de actitudes, necesito expresar mi apoyo a las mujeres que han tenido esas horribles experiencias (…) Las historias en torno a Harvey me han dejado triste y asombrada”. Una respuesta, para algunos, algo tibia para la gravedad de una situación que ha tocado de cerca a brillantes actrices como Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow.
Hay que recordar que fue Wenstein quien ayudó a Pe a ganar su único Óscar hasta ahora, el que consiguió por su papel de Maria Elena en ‘Vicky Cristina Barcelona’, un film dirigido por Woody Allen, pero producido por Weinstein. Para ella, el productor ha sido como un maestro y quizá esa gratitud le impedía juzgarle de primeras.
Pocos días después, fue Carlos Bardem, cuñado de Cruz, el que se mostró tajante: «Harvey Weinstein debería estar en la cárcel (…) aunque Penélope nunca tuvo ningún problema con él». No obstante, sí que mostraba su arropo total a las víctimas: «Han mostrado una gran valentía al hablar. Ese tipo de abuso de poder es inaceptable. Todos, mujeres y hombres, necesitamos enseñar a las futuras generaciones acerca del poder del respeto y de apoyarnos los unos a los otros», sentenció el actor en su comunicado.
Penélope Cruz y Salma Hayek, en una imagen de archivo / Gtres
Pero la condena definitiva para la actriz madrileña llegó de la mano de Salma Hayek. La que es una de las grandes amigas de Penélope Cruz en Hollywood dio a conocer su desagradable experiencia con el productor asegurando que no solo abusó de ella, sino que también la amenazó de muerte. Un testimonio demoledor que Cruz no pasó por alto, ya que solo unas horas después publicó un post en Instagram en el que defendía a la mexicana.
“Te quiero mi bella amiga. Pero ¿por qué tantas de nosotras, las artistas, tenemos que ir a la guerra para poder contar nuestras historias si tenemos tanto que ofrecer? ¿Por qué tenemos que pelear con uñas y dientes para mantener nuestra dignidad? Creo que es porque nosotras, como mujeres, hemos sido devaluadas artísticamente a un estado indecente, hasta el punto en que la industria del cine dejó de hacer un esfuerzo por averiguar qué querían ver las audiencias femeninas y qué historias queríamos contar”, escribía la española en su ‘post’ de apoyo.
A la postre acabaría convirtiéndose en un momento determinante para la postura de Penélope Cruz respecto a los abusos sexuales en el cine. Desde entonces, sus ‘stories’ y fotografías de Instagram se han llenado de reclamos y de protestas contra este caso que asola a la meca del cine. Y así es como llega a los Globos de Oro, de negro y siendo una de las más activas en la lucha.